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Llevo frente a tu puerta de pie dos días,
ya hace casi un mes que no te veo.
No me atrevo preguntar a las sirvientas,
¿Por qué no sales a misa o de paseo?
Tus padres que salían siempre sonrientes,
ahora los veo, serios e inquietos.
Tu hermana que al pasar dice entre dientes:
¡Qué macetero más negro, nos han puesto!
Dando las doce la torre de la iglesia,
con la noche, tan negra como mi cuerpo.
Sólo, ni un alma por la calle pasa ya,
yo me pongo a llorar porque me acuerdo.
Que la historia se repite una vez más,
lo mismo le pasó a tu abuela y a mi abuelo.
Mi abuelo por pobre no debió jamás,
enamorarse de una rica del pueblo.
Mi abuelo no debió hacerlo, por pobre,
yo no debí, por pobre y por negro.
El amor no sabe de color ni clases,
El amor es así, dicen que es ciego.
A tu abuela Rosa a estudiar la mandaron,
interna la metieron en un convento.
Ya casada con tu abuelo la sacaron,
mi abuelo de polizón salió de puerto.
Nunca mi abuelo por estas tierras volvió,
allí en Cuba se casó Pedro mi abuelo.
Con una mulata que ocho hijos le dio,
de una de sus
hijas nací yo, su nieto.
Mi abuelo hace algunos meses que murió,
él que de su pueblo mucho me contaba.
Los ahorros
conseguidos a mí me dio,
me hablo de un amor que él, jamás hablaba.
Me contó lo que sentía por tu abuela,
por su Rosa, que fue lo que más quería.
Cuando yo muera
sácate pasaje, vuela,
vas a mi pueblo, a España en Andalucía.
Para Rosa si es que vive todavía.
le das un beso, también le das una flor.
Dile lo mucho que yo a ella la quería.
si no vive, ya se lo habré dicho yo.
En el cielo sé que la encontraría,
tal vez no sería prudente, no… se yo.
La abuelita allí estará a la vera mía,
la mulatita es,
de mal genio, sí señor.
Aunque
cuarterón soy, bastante negro,
por moreno, no me quieren tus padres.
Al saber que yo soy nieto de Pedro,
Seguro terminarán por internarte.
¿Harán lo que hicieron con tu abuela?
¿Te sacarán del convento ya casada?
¿Te harán vivir esa dura condena?
¿Harán de ti una mujer desgraciada?
A Cuba yo no vuelvo, yo te espero,
aunque ya casada no te pueda ver,
De Andalucía, no me voy, me quedo.
los años que sean, aquí los pasaré.
Los ahorros del abuelo se gastaron,
a Dios Gracias que trabajo encontré,
De ingeniero, los estudios que me dieron.
en el politécnico yo me licencié,
Yo era más que orgullo, del abuelo Pedro,
de la familia el primero en doctorarse.
Aquí de peón trabajo he encontrado,
suficiente para
la vida ganarme.
No me cogen el teléfono en tu casa,
el número de tu móvil, no conozco.
Estoy confuso no sé, que es lo que pasa.
¿Por qué repiten, lo del abuelo Pedro?
Yo, que estar más que preparado creí.
después de oír mil veces a mi abuelo.
Él, su experiencia me quiso transmitir,
se esforzó toda su vida ¡Fue tan bueno!
Me enseñó que es el verdadero y puro amor,
toda su vida para mí, fue un ejemplo.
Que amar sin
recibir nada no es lo mejor,
pero ese amor jamás se pierde con el tiempo.
¿Todo esto no te lo podré nunca contar?
¿Pasará lo que con Rosa y mi abuelo?
Él murió sin poderle nunca hablar,
sin la oportunidad de decirle: Te quiero.
Tu abuela de él no pudo nunca escuchar,
como la amó, cómo la adoro mi abuelo.
Por eso él me rogó de venir, de emigrar,
para que Rosa no
muriese sin saberlo.
Ya hacía muchos años cuando yo llegué,
que ella había muerto, sin conocerlo.
Con la foto que él me dio, yo la busqué,
cuando te vi, me dio mareo y miedo.
Dios mío no es posible, no puede ser,
que por Rosa no haya pasado el tiempo.
Después de mucho preguntar, me informé,
que eres su nieta, Rosa había muerto.
Para cumplir los deseos de mi abuelo.
He querido yo a ti verte, contártelo.
Se ha formado en el pueblo tal revuelo,
los rumores a tus padres han llegado.
Le han dicho
que te pretende un negro,
que ese negro cubano, de Pedro es nieto.
Y no te dejan de, que podamos vernos
y asustados han puesto ellos su remedio.
El remedio, impedir que nos veamos,
el que pusieron a Rosa y a Pedro.
Ahora yo comprendo el cruel calvario,
al que condenaron a nuestros abuelos.
¿Por qué con nosotros la historia se repite?
¿Por qué se repite la historia con nosotros?
¿Por qué a ti yo nunca yo podré decirte?
Que me enamoré de ti por una foto.
Sí, por la foto de tu abuela Rosa, sí,
de ella tanto y bueno me habló el abuelo.
Que desde muy niño yo te quiero a ti,
la misma eres del retrato que me dieron.
Retrato que lo encontró mi abuelo Pedro,
en la puerta de tu casa, por San Lorenzo.
En una cartera que había perdido.
el padre de tu abuela, tu bisabuelo,
La cartera
entregó, papeles y dinero.
sustrajo la foto que guardó en su pecho,
Así se supo del amor que sentía,
del infierno para ellos, eso fue el comienzo.
Cómo sería posible, hacerte llegar,
estas líneas que hoy estoy escribiendo.
¡No, la muerte no nos debe separar,
¡Sin que sepas del amor que por ti siento!
En la tumba de
Rosa pondré este sobre,
deseo que antes de irte, que tú lo encentres.
Pienso que tal vez puedan ellos llevarte,
a que reces a Rosa, antes de internarte.
AsdG. 21abril06.
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