martes, 29 de noviembre de 2016

Dios no castiga a trancazos




Imagen tomada de noticiasdenavarra.com



Dios no castiga a trancazos
y las urnas, tampoco
a veces se vale del pueblo,
y a gobernadores mezquinos
unas veces con el sorpasso,
otras con un batacazo,
una hostia como alguien dijo
y las muchas con el ridículo
manda a partidos hegemónicos
a la oposición o a la desaparición
como aquí está ocurriendo,
como aquí ya ha ocurrido.
El dos mil quince será
para muchísimos políticos,
el fin de sus corruptelas
el fin de sus trapicheos
y el cese del saqueo.
Unos irán a presidio,
otros se expatriarán
si han conseguido ocultar
su botín en paraísos
y muchos a rumiar su derrota
en la oposición o el retiro.
El cambio ha comenzado
y con el sol primaveral
renacerá para el pueblo
las ilusiones perdidas
y la esperanza de recobrar
trabajo, techo y pan
a la vez que la libertad
que ha estado muy comprometida.
Siempre que el pueblo habla,
enmudecen las tertulias,
o gritan un poquito más
diciendo que es la marabunta
lo que han traído las urnas,
las urnas, hablan y castigan.


ASdG. 25 mayo 2015



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