Iimagen tomada de irispress.es
Cuando el que mata es un yanqui,
cambia muy mucho la cosa.
Eso, ya no es matar,
son daños colaterales
aunque, fuese a bocajarro
con un tiro de pistola
teniendo los brazos en alto.
A los amigos…amigos
se les mide y se les pesa
de muy distinta manera.
Y un crimen, siempre es un crimen
sea quien sea el que lo cometa.
ASdG. 09 junio 2015
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