viernes, 11 de noviembre de 2016

HIELO Y FUEGO

Resultado de imagen de gato sobre un tejado
Imagen tomada de casacuentolij.blog

En frío hielo tú te convertiste,
que ingenuo, a la llama te habías abrazado.
Llorando por los rincones has estado,
y que el fuego a ti, te ha licuado
más que por ligón, por tonto e ignorante.

¿Por qué pregonas a los cuatro vientos
y esparces con grandes gritos al aire,
sutilmente, que te puso los cuernos,
que de la gata su único alimento,
son las ratas, cucaracha y ratones?

Que dejó la seguridad de tus brazos,
la cambió por los tejados inclinados.
Donde la acechan para cazarla con lazos,
que resbalará, dándose un batacazo
al perseguir ratones apestados.

Que al caer se romperá el espinazo.
se infectará Dios sabrá de qué infección.
Que no es seguro el abandonar tu regazo,
ya que para su hija tú, eres un padrazo.
Y para ella el amor, como una bendición.

El frío hielo se ha enamorado,
del fuego destructor, abrasador.
La llama de cabellos colorados,
gata infiel, te ha mentido y engañado,
la que fue sumisa y llena de candor.

Que vuelva a ti, le lloras, tú le imploras,
que retorne, que tú la necesitas,
que no beba agua de otras cantimploras,
¡Qué venga usted a saber, con qué la cloran!
y que, de tu hielo solo sale, agua bendita.

Dicen algunos: “Ataques de cuernos.”
“Ataques de locura por amor” … dicen los otros.
Que son cosas de los tiempos modernos,
que hoy día no sabemos imponernos
y las gatitas retozan a su antojo.

Todos los días de lunes a domingo
ronco gritando y como una plañidera, lloras.
Dicen que formas por calles y plazuelas, el mingo
que aúllas como un lobo o como un dingo,
y cantando Frío hielo, pasas horas.

Que con el “Hay, hay, hay, vuelve a mi”
tienes al fuego, el fistro acatarrado.
Que hay muchas mujeres por ahí,
que serían muy felices junto a ti.
aunque estés tú,
 a los pelos de la gata enganchado.

Hay muchas que, contigo la vida pasarían,
todo el tiempo estarían a tu lado.
Que ni a ratas ni a ratones cazarían,
solamente para ti, ellas serían,
¿A qué esperas? ¡Atrinca a una, desgraciado!

Olvida a la gata, y a esas malas ratas,
comienza hoy mismo, una nueva vida.
¡Vive, disfruta, no de más la lata!
Engendra tú de hijos, una gran reata,
que te llenen de pipí, de moco y caca.

Que te den noche y día la matraca,
llenando tu cabeza de problemas.
Ruidosos como Valencia en tracas,
 ¿De vacaciones? No, no hijo no
O los niños, o la gata. ¡Qué dilema!

AsdG.    21 junio 1989

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