miércoles, 11 de enero de 2017

Yo tenía una librería

Los bancos venden hasta jamó para evitar la fuga de clientes

Imagen tomada de 20minutos.es



Yo tenía una librería
que comenzó a irme mal,
cuando cuatro quiosqueros
de los que hay en mi sector
a vender libros los metieron,
y también material escolar.
Los vendía aún más baratos
de lo que a mí me costaban.
Para hacerles reaccionar,
yo comencé a vender pipas
caramelo, gominolas, golosinas,
sin ganarles ni una peseta,
todo a precio de costo.
Vinieron todos a visitarme
y a todos yo dije lo mismo:
¡Yo no vendo chucherías,
si ustedes no vendéis libros!
De acuerdo no nos pusimos,
porque ellos no quisieron.
Mi asombro fue mucho mayor
cuando al lado de mi comercio
instalaron de un banco una sucursal.
Que comenzó a regalar,
varias colecciones de libros,
a cambio de unas imposiciones,
por los que no intereses no daban,
los intereses, eran los libros.
Yo casi estuve tentado,
de proponerles este pacto:
¡Si ustedes no venden libro,
yo a nadie dinero presto!
Lo que hice fue, cerrar el negocio.
Y ese banco sigue regalando,
a cambio de no pagar intereses,
en ciertas imposiciones,
Televisores, vajillas, bicicletas
relojes, collares, ordenadores,
y muchas cosas de menaje.
Si con licencia de librero,
no se puede prestar dinero.
¿Por qué esos bancos venden,
todo lo que a ellos les sale
de los mismísimos g¨…os.
Al igual que los kioscos,
con licencia para vender prensa,
que también entran revista.
Venden libros y fastidian
a profesionales de la librería.

ASdG.  28 enero 2009.

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