manual de supervivencia
Imagen de Mario Irrarázabal, tomada de 20minutos.es
“¿Y si al final resulta que lo único que nos mantiene vivos
es el miedo a la muerte? Pongamos como ejemplo el hombre que ayer mismo tomó mi
taxi: Pensionista. Viudo. Enfermo crónico de los pulmones y el corazón. Sus
hijos hacía años que no le hablaban, ni él tenía intención de acercarse a
ellos. Y además vivía solo, carcomido por las deudas. Por otra parte, en lo que
duró el trayecto no hizo más que quejarse de todo cuanto pasara por sus ojos:
se quejaba de los coches, de los árboles, de los niños que jugaban en los
parques (“son ruidosos como las ratas”), de los viandantes en general, de las
bicis, de la contaminación, del frío y del calor del verano, o del gobierno
actual y del anterior gobierno. Absolutamente nada le parecía bien. Para colmo,
al finalizar el trayecto sentenció con un gélido…”
El taxista “simpuso”
Lo que mantiene vivo a los seres
es sin duda ninguna
el instinto de conservación,
desde el más pequeñito
hasta el más grandullón.
A parte de los humanos,
no creo que haya ninguno
que conciencia tenga de la muerte
y la reacción de todos
es idéntica, es la misma
la de conservar la vida,
cueste el trabajo que cueste.
Cuando llegamos a viejos
se pierde un poco la fatiga,
otros la llaman vergüenza,
nos volvemos descarados
y un mucho ligeros de lengua.
es sin duda ninguna
el instinto de conservación,
desde el más pequeñito
hasta el más grandullón.
A parte de los humanos,
no creo que haya ninguno
que conciencia tenga de la muerte
y la reacción de todos
es idéntica, es la misma
la de conservar la vida,
cueste el trabajo que cueste.
Cuando llegamos a viejos
se pierde un poco la fatiga,
otros la llaman vergüenza,
nos volvemos descarados
y un mucho ligeros de lengua.
Nos volvemos protestones,
porque todo nos molesta,
A pesar de los pesares,
queremos alargar la vida
y no es, temor a la muerte,
lo dicta el subconsciente,
se hace mecánicamente
lo de preservar la vida.
El auto de cortarla de repente
o tal vez, lentamente
es una opción discutida.
Quien libremente la tome
debe tener sus porqués
que debemos respetar,
lo que pasa que para mucho
cuando la quieren tomar
no pueden llevarla a cabo
porque le faltan las fuerzas.
La iglesia y las creencias
a esa edad, la verdad
muy poco, o nada cuentan.
porque todo nos molesta,
A pesar de los pesares,
queremos alargar la vida
y no es, temor a la muerte,
lo dicta el subconsciente,
se hace mecánicamente
lo de preservar la vida.
El auto de cortarla de repente
o tal vez, lentamente
es una opción discutida.
Quien libremente la tome
debe tener sus porqués
que debemos respetar,
lo que pasa que para mucho
cuando la quieren tomar
no pueden llevarla a cabo
porque le faltan las fuerzas.
La iglesia y las creencias
a esa edad, la verdad
muy poco, o nada cuentan.
ASdG.
06 febrero 2014
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