lunes, 16 de enero de 2017

Amores que van de paso

Amores con flecha de caducidad



FOTO: echiner1
Imagen de  echiner1, tomada de 20minutos.es


Un hombre de treinta y muchos y aspecto decimonónico me pidió que le llevara en mi taxi a la zona más transitada del centro. Quería ver gente, cruzarse con gente, tropezarse con el mayor número de rostros posible. Propuse llevarle a la calle Preciados, le pareció perfecto y allá que fuimos. En el trayecto me explicó que no era de aquí sino de una aldea alejada del mundanal bullicio. Vino a Madrid porque a veces “necesitaba” caminar sin rumbo por ciudades grandes y desconocidas con un solo propósito: buscar el flechazo... el taxista “simpuso”




Amores que van de paso
que por tan solo un vistazo
cual flechazo de cupido
a él caemos rendido,
sin dañar al corazón
y sin romperlo en pedazos
pero sí… enamorándolo.
De un rostro, una silueta,
de una manera de andar
o del todo en su conjunto.
Amores que van de paso
que a paso gigantes se alejan,
yo llamo a esos amores
amor de volar de abeja,
amor que por un instante
llega pero, que no se queda
porque nada más nacer
todos vienen, todos llegan
con fecha de caducidad.
Caminado por la calle
entre el bullicio, el gentío,
sea en verano o en invierno
haga calor o haga frio
en un pequeño trayecto
se puede encontrar seguro
media docenas de amores
que cuando se encuentra el segundo
el primero, ya se ha desvanecido.
Esos amores son perlas
que como gotas de rocío
se evaporan al calor
del corazón que al temblar
se atempera y se calienta.
Amores que van de paso,
que para un viejo corazón
es como una descarga
como… la de un marcapasos.

ASdG 30 enero 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario