Uno de cada seis jugadores de dados cree en
dios
Imagen
de Juanedc, tomada de 20minutos.es
Al igual que los
cipreses
que todos miran al
cielo al cielo
dicen que ellos en
Dios creen
pero ninguno lo ha
visto.
También todos
recurrimos
muchas veces en la
vida
o bien porque en Él
creemos
o porque el
implorarle es
cuando necesitamos
ayuda
el más primitivo de
los instintos
aunque ninguna o poca fe tengamos.
El humano a Dios
recurre
cuando de sí mismo no
dependa,
el conseguir un
objetivo
o el evitar un
peligro.
Con los dados en la
mano
deseando en ases doblarse,
al Dios que es de
cada cual
con una frase entre
dientes,
o puede que
mentalmente
implorándole una
ayuda,
aun sabiendo de
antemano
que no será
concedida.
De existir Dios ya
sabemos
que no perdería ni un
segundo
de su séptimo día de
descanso
en girar tan sólo una
cara
del dado con el que
jugamos
para que nos salga el
número
con el esa partida ganamos.
Los cipreses creen en
Dios
a pesar de no haberlo
visto,
tampoco juegan a los
dados,
ni necesitan una
ayuda
ni temen a ningún
peligro
quizás… ellos creen
por eso.
ASdG. 08 enero 2014
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