sábado, 12 de noviembre de 2016

PENA II

Resultado de imagen de penas de amor
Imagen tomada de youtube.com


Mal podría esto acabar,
yo no soporto esta pena.
Ni de malas ni de buena
esto quiere terminar.

Por esta pena que tengo,
que no le veo el final.
Sé que me encuentro muy mal,
no se si voy o si vengo.

La pena no se termina,
yo no le veo el final.
Esto puede acabar mal,
 nada me dice ¡Camina!

Es una loza mi pena
que a mi alma está aplastando
que mi pulso paraliza
del alba hasta que anochece
¿Quién me manda esta condena?

Como un veneno es mi pena,
que a mi alma está matando.
Que me corre por las venas,
veinticuatro horas al día,
¡No merezco esta condena!
     

Soportarla ya no puedo
la pena que me desborda,
La solución que no debo.
La tengo casi tomada.
Es como hiel que yo bebo.


Con esta pena tan honda
que tiene a mi alma cautiva,
no se si muerta o si viva.
Así mis días transcurren
 con una idea que me ronda,
una obsesión primitiva
que dé la razón me priva,
.
Sin fuerzas para seguir,
con el alma desplomada,
con la vida destrozada.
Muy cansado de fingir,
más que hastiado de vivir.

Así paso mi existencia,
y perdida la conciencia,
la pena más no soporto,
porque en verdad ando corto,
para aguantar, de paciencia.

En estos días, con mi alma destrozada,
por penas que con la vida llegaron,
de sufrir, la paciencia agotada,
que al corazón sin piedad punzaron.

 La pena azote de alma y corazón,
los que de este mal hemos padecido,
sabemos de sufrimientos sin razón.
 Hasta el cuerpo tenemos dolorido,
sentimos en el pecho quemazón.
Perdidas ya las ganas de luchar
estamos impacientes por marchar.

Las penas que yo soporto,
tu no las puede aguantar,
sin descanso sin ayudas,
yo las tengo que arrastrar.

Una penita madre,
a mi me ahoga.
Para poderme librar,
dame la soga.

Que negra, que dura pena,
 para mi alma es condena.
Esta maldita cadena,
que la vida me envenena.

Soporto la amarga y negra pena,
 como pesada piedra de molino,
que a mi alma tortura y envenena.

Arrastrando por todos los caminos,
llenos de baches y pendientes cuestas,
cansado ya de soportar mi sino.
                                                       
 Tengo las últimas esperanzas puestas,
que el buen Dios escuche mi plegaria,
 se apiade de mí, me tenga en cuenta.
                                                      
Que me lleve al paraíso, a su gloria,
o que cambie la piedra de molino
por una pesada y vieja noria.

De mi alma solo quedan jirones,
de soportar duras, pesadas penas.
Los días siglos, milenios me parecen.
¡Cuando se acabará esta condena!

 A La Pena.

Déjame con la pena en mi rincón,
no trates de ayudarme, yo no quiero.
no, no soy un desagradecido,
es que el tiempo de vivir, ¡Ya se pasó!

 De volver voló, la última ocasión,
nada de la vida quiero, ni espero.
Ni despierto ni en sueños me libero,
¡Sí! mi vida en este mundo fracasó.

Deseo terminar esta condena,
donde la pena, a mí me tiene preso,
no quiero vagar como alma en pena.

Todas estas poesías las he creado
utilizando siempre el mismo tema
con la pena, el alma, el estar cansado.



AsdG.  17 enero 2006




 



No hay comentarios:

Publicar un comentario