Imagen
tomada de youtube.com
Mal
podría esto acabar,
yo
no soporto esta pena.
Ni
de malas ni de buena
esto
quiere terminar.
Por
esta pena que tengo,
que
no le veo el final.
Sé
que me encuentro muy mal,
no
se si voy o si vengo.
La
pena no se termina,
yo
no le veo el final.
Esto
puede acabar mal,
nada me dice ¡Camina!
Es
una loza mi pena
que
a mi alma está aplastando
que
mi pulso paraliza
del
alba hasta que anochece
¿Quién
me manda esta condena?
Como
un veneno es mi pena,
que
a mi alma está matando.
Que
me corre por las venas,
veinticuatro
horas al día,
¡No
merezco esta condena!
Soportarla
ya no puedo
la
pena que me desborda,
La
solución que no debo.
La
tengo casi tomada.
Es
como hiel que yo bebo.
Con
esta pena tan honda
que
tiene a mi alma cautiva,
no
se si muerta o si viva.
Así
mis días transcurren
con una idea que me ronda,
una
obsesión primitiva
que
dé la razón me priva,
.
Sin
fuerzas para seguir,
con
el alma desplomada,
con
la vida destrozada.
Muy
cansado de fingir,
más
que hastiado de vivir.
Así
paso mi existencia,
y
perdida la conciencia,
la
pena más no soporto,
porque
en verdad ando corto,
para
aguantar, de paciencia.
En
estos días, con mi alma destrozada,
por
penas que con la vida llegaron,
de
sufrir, la paciencia agotada,
que
al corazón sin piedad punzaron.
La pena azote de alma y corazón,
los
que de este mal hemos padecido,
sabemos
de sufrimientos sin razón.
Hasta el cuerpo tenemos dolorido,
sentimos
en el pecho quemazón.
Perdidas
ya las ganas de luchar
estamos
impacientes por marchar.
Las
penas que yo soporto,
tu
no las puede aguantar,
sin
descanso sin ayudas,
yo
las tengo que arrastrar.
Una
penita madre,
a
mi me ahoga.
Para
poderme librar,
dame
la soga.
Que
negra, que dura pena,
para mi alma es condena.
Esta
maldita cadena,
que
la vida me envenena.
Soporto
la amarga y negra pena,
como pesada piedra de molino,
que
a mi alma tortura y envenena.
Arrastrando
por todos los caminos,
llenos
de baches y pendientes cuestas,
cansado
ya de soportar mi sino.
Tengo las últimas esperanzas puestas,
que
el buen Dios escuche mi plegaria,
se apiade de mí, me tenga en cuenta.
Que
me lleve al paraíso, a su gloria,
o
que cambie la piedra de molino
por
una pesada y vieja noria.
De
mi alma solo quedan jirones,
de
soportar duras, pesadas penas.
Los
días siglos, milenios me parecen.
¡Cuando
se acabará esta condena!
A La Pena.
Déjame
con la pena en mi rincón,
no
trates de ayudarme, yo no quiero.
no,
no soy un desagradecido,
es
que el tiempo de vivir, ¡Ya se pasó!
De volver voló, la última ocasión,
nada
de la vida quiero, ni espero.
Ni
despierto ni en sueños me libero,
¡Sí!
mi vida en este mundo fracasó.
Deseo
terminar esta condena,
donde
la pena, a mí me tiene preso,
no
quiero vagar como alma en pena.
Todas
estas poesías las he creado
utilizando
siempre el mismo tema
con
la pena, el alma, el estar cansado.
AsdG. 17 enero
2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario