Imagen tomada
de audiolibro las mil y una noche
Tan antiguo y tan
bonito…
¡Cuánto amor había
en esos versos!
jarchas de hace
mil años
”¡Tanto
te amaré, sólo con que
juntes
mi
ajorca del tobillo con mis
pendientes!”,
llamándole a su
hombre: “Dueño”.
Tal vez sea lo más
hermoso
que por amos se
haya dicho,
que por amor se
haya hecho.
Renunciar la
posesión
de ser dueña de sí
misma.
Entregarse sin
reserva,
y ser posesión del
otro,
llegar si es
necesario
a ser su esclava, su
sierva.
¡Ven que te
necesito!
Si tú, no vienes a
mí,
seré yo quien vaya
a verte,
A obscura durante
la noche,
allí donde tú. te
encuentres
y en amor contigo,
fundirme.
AsdG. 24 enero 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario