sábado, 4 de febrero de 2017

Todo es muy antiguo

Encuentros en la tercera frase

El chico estuvo pendiente de su móvil durante todo el trayecto en mi taxi, como tantos otros, pero éste lo alternaba con vistazos a la calle, como si llevara la ruta en la pantalla y fuera cotejando las calles con su propia información. De vez en cuando sonreía y tecleaba algo, por lo que también parecía estar manteniendo contacto con gente. En las inmediaciones de Chueca sonó un pitido y al instante me dijo nervioso: “¡Espera, espera, ve más despacio!” y yo frené el taxi y me dispuse a circular más lento con un ojo en el retrovisor, atento a sus órdenes. Sonrió de nuevo, y sin perder de vista la pantalla me indicó: “La primera a la derecha y la… segunda a la izquierda”. Nos adentramos en Chueca. “No. Espera. ¡Mierda! Se está moviendo. Sigue recto y la tercera a la derecha”.
Ahí deduje que el chico buscaba a alguien cuyas coordenadas le aparecían a tiempo real en la pantalla de su móvil. No pude evitar preguntarle: -Ah, sí, disculpa. Te estoy mareando. Me guío por… una aplicación de contactos para…ya sabes, relaciones esporádicas. - ¿En serio? -dije…                                 El taxista (simpulso)

William Hook
Imagen tomada de 20minutos.es



Todo es muy antiguo
tanto, como lo es el hombre
en las cuestiones del sexo
y aunque para poder buscarlo
siempre hubo innovaciones
a lo largo de este tiempo,
poco ha cambiado la cosa
sólo se ha ido adaptando.
Ahora que en plena era
de alta tecnología
el sexo también se busca
por coordenadas en pantalla.
Como siempre el fin ha sido
por el método que sea
buscar y encontrar a alguien
que también busque y…
¡PUM! Alegría para cuerpo.
Puntos verdes en pantalla
como modernas luciérnagas
que dan destellos de luz
para encontrar…. pareja,
en lugar de feromonas.
como en la antigüedad se hacía.
A pesar de tanto cambio,
poco ha cambiado la cosa,
es, buscar a quien también busca
y ¡PUM! Para el cuerpo otra alegría.


ASdG.  11 febrero 2014

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