La Infanta Cristina duerme en Zarzuela.
Imagen tomada de laverdad.es
No hay nada como
volver
a la casa de los
padres
cuando problemas, se
tengan.
Siempre serás acogido
traigas el lastre que
traigas,
siempre los brazos
abiertos
sobre todo, los de la
madre
que es la que te ha
parido,
la que sufrió los
dolores
y haga un hijo lo que
haga
siempre será bien
recibido.
Si traes heridas
sangrantes
o el corazón dolorido
por lo que pudiste
hacer
o lo que pudo
pasarte,
sus palabras y su
amor
serán bálsamo que
curen
o que al menos,
calmen.
La casa donde nacimos
y en la que viven los
padres
es la mejor de las
clínicas
en la que el alma
curarse.
ASdG. 09 febrero 2014
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