sábado, 17 de septiembre de 2016

Llegó a mi


Llegó a mí
No sé si era impura,
con muy poca ropa vestida,
le di cobijo y comida,
después de un largo baño,
en mi cama, se quedó dormida.
Estuve toda la noche entera,
contemplando sus facciones.
En verdad linda y bonita era,
tenía cara de querubín, de ángel,
las manos como de cera esculpidas.
Cubrí su cuerpo con las sábanas
para que frío no cogiera,
Me adormilé llegando el alba,
al despertarme casi a medio día
encontré una nota que decía:
Gracias por tu la hospitalidad,
si alguna vez lo necesito,
posiblemente yo retorne ese día.


AsdG. 12 enero 2010.

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