domingo, 18 de septiembre de 2016

El Concejal

Comenzando los setenta
nació una noche Mateo.
De una familia opulenta,
allá en mi pequeño pueblo.

-Un bebé sano y hermoso,-
ha dicho la comadrona.
-Guapo como un San Luís,-
afirmó la otra matrona.

-Al niño lo quiero ver,-
Dijo a su padre el Doctor.
-Mañana si puede ser,
No lo dejes por favor.-

-Tu hijo tiene problemas,
difícil de resolver.
En Madrid hay especialistas,
que lo tendrían que ver-.

Especialistas lo vieron
de España entera en un año.
Todos, lo mismo dijeron:
– En la médula, tiene daño.-

Mateo no caminará,
aunque moverá las manos.
En una silla estará,
a pesar de estar tan sano.

Del niño que al ir creciendo,
todos fueron observando:
Hablaba hasta por los codos,
y en andar… mucho retraso.

Pronto siete años cumplirá,
y quiere ser monaguillo.
Para aprender a ser cura,
¿Será?.…¡Cosas de chiquillo!.

Es muy listo y aplicado,
sólo piensa en estudiar.
Los padres se han trasladado,
a vivir a la capital.

En un Colegio privado,
lo llevan cada mañana.
Por su madre acompañado,
en el Land Robert Santana.

-Preferiría ir andando,-
siempre le dice a su madre.
-Te veremos caminando,
¡Te lo promete tu padre!-

-Es caminar lo que quiero,
ya que leí en un diario.
En una silla, e inválido,
no entras al seminario.-

-¿Y por qué tú no vas a entrar,
si quieres… al seminario?-
-¡Papá, por las escaleras!
eso me ha dicho Don Carlos.-

-¿Carlos, el… que es capellán,
ese regordete y calvo?-
-No papa, ese es el sacristán,
el cura es, de pelo blanco.-

-Ya lo iremos estudiando,
todavía eres pequeño.
Lo tengo que ir preparando,
le voy a poner empeño.-

-Al Obispo rogaremos,
que lo vea, que lo estudie.
Y que no permitiremos,
que te discrimine nadie.-

-Hijo, está conseguido,
al seminario entrarás.
El Rector nos ha pedido,
firmar la conformidad.-

Con quince años cumplidos,
tiene Mateo sus dudas.
A una chica ha conocido,
olvidó lo de ser cura.

-Ya no deseo ser cura,
de idea, yo he cambiado.
Pensaréis que es locura
pero, estoy enamorado.-

-He conocido a una joven,
es hermana de Ricardo.
Siento en mi pecho un no sé qué,
que me pincha como un dardo.-

Su padre ha sonreído,
mamá disimula el llanto.
¿Sufrirá, más que ha sufrido,
el hijo que quieren tanto?

El joven enamorado,
muy ilusionado está.
En el cole… Han divulgado,
¡Mateo…Se va a estrenar!

Que dura es la juventud,
aunque lo hagan sin maldad.
¿ Será falta de virtud?
¿Qué no tienen de caridad?

Risas al paso de Laura,
indirectas, hacer daño.
En la pizarra del aula,
escriben de vez en cuando.

¿En una silla de ruedas,
como se hace el amor?
¡Mateo.… Mete primera!
O.. No eres buen conductor.

Y Laura ya no soporta,
del instituto la guasa.
Anda de paciencia corta,
no quiere salir de casa.

Abandonó los estudios,
Mateo ya no la ve.
Luego cambió de colegio,
Laura se hizo mujer.

Nunca preguntó por ella,
mudo, en silencio sufría.
Para él era la más bella,
no comía, no dormía.

Todo pasa con el tiempo,
el tiempo da conformidad.
Pero a su Laura, Mateo,
nunca la podrá olvidar.

El bachiller terminó,
también la universidad.
En leyes se doctoró,
y no para de estudiar.

Finalizó económicas,
no es de ningún partido.
Todos quieren que en sus listas,
Mateo valla incluido.

Y Mateo aceptó,
el ir en las de los nuevos.
Parte del pueblo lo votó,
por muy poco no es alcalde.

Como alcalde lo querían,
casi todos los partidos.
Mateo en la capital,
es un hombre muy querido.

Admirado, respetado,
de todo el mundo es amigo.
Con O N G ha trabajado,
no tiene, ni un enemigo.

Yo sólo desearía,
llevar Asuntos Sociales.
Sin descanso lucharía,
¡Los hombres, todos iguales!

Posesión ya ha tomado,
y en su silla de ruedas.
Por las calles ha rodado,
por todas las callejuelas.

Lo aclama, el pueblo entero,
lo saluda, lo acompaña.
¡Gritando eres el primero,
eres único en España!

¡A presidente llegarás,
gobernarás este reino!
El pueblo te ayudará,
para el país, serás un premio,

Ya varios años llevaba
Mateo como concejal.
la alcaldesa fue llamada.
al gobierno nacional.

En Mateo ha delegado,
que sea él el oficiante.
De matrimonios, de bodas,
desde ahora en adelante.

Hoy viernes oficiará,
Mateo su primer enlace.
Traje, corbata y medalla,
son las cinco de la tarde.

El salón de los espejos,
está todo engalanado.
Los contrayentes del brazo,
avanzan hacia el estrado.

El concejal se estremece,
está Mateo turbado.
Ella a Laura se parece,
¡Laura!… Es la que ha llegado.

Mateo se tranquiliza ,
Laura se ha sonrojado.
Él también se ruboriza,
dice tartamudeando.

-Conciudadanos, amigos,
esta pareja esta tarde.
Nos piden ser los testigos,
que… por siempre van amarse.-

– Seguro que así será,
no podrá ser de otra manera.
A Laura la vemos que está:
feliz, radiante, sincera.-

– Ella ha elegido a Luís,
porque tiene la certeza.
De que lo hará muy feliz.
tan feliz, cómo él a ella.-

– Leeré, tres artículos,
de nuestro Código Civil,
Una vez oídos estos,
os podéis dar el Sí.-

– Laura, Luís, contrayentes.
¿Os tomáis por esposos,
el uno al otro libremente?-
-¡ SI !…- Los dos al unísono.-

-Unidos en matrimonio,
os declaro antes la ley.
Sed felices de por vida,
en mi nombre y en el del Rey.-

Laura, su amor, su vida.
la perdió él, para siempre.
La perdió porque una silla,
necesitaba al moverse.

Quizás fue la poca edad, o
bromas de los estudiantes.
Consiguieron separarlos,
antes de que ellos hablasen.

Nunca Mateo con Laura,
ni una palabra cruzaron.
Sólo rápidas miradas,
nunca sus manos rozaron.

Terminó la ceremonia.
Mateo estrechó su mano.
Dos lágrimas que salían,
de unos ojos verde claro.

En los dedos del concejal,
cayeron como un regalo.
Lágrimas que el concejal ,
con las suyas ha mezclado.

Mateo ha solicitado,
ingresar al seminario.
Pero no ha sido admitido,
lo denegó el rectorado.

Continúa de concejal.
continúa trabajando.
Por conseguir la igualdad,
entre todos los humanos.

Este es nuestro concejal,
el de la silla de ruedas.
De todos, el más popular,
recorre las callejuelas.

Un ortopedista inglés,
consiguió lo inesperado,
Mateo se mantiene en pie,
ya da sus primeros pasos.

Operaciones, más de ocho,
le hizo en menos de un año.
De injertos y de electrodos,
a Mateo ha llenado.

Y se produjo el milagro,
con mucha recuperación.
Con esfuerzo, con trabajo,
Mateo lo consiguió.

Con muletas ya camina,
un ordenador pequeño.
Que lleva en una mochila,
la ayudará en el empeño

Recorriendo despacito,
las calles de la ciudad.
Ahora va caminando,
tratando de remediar.

Hay chabolismo moderno,
están en todos los barrios.
Casas que se están cayendo,
solas, se están derrumbando.

Pero la vuelta le dio.
y más que le quiere dar.
El chabolismo erradicó,
mendigos, no existen ya.

-Las casas que prometí,
que hoy os vamos a dar.
Un hogar donde vivir,
si… ¡Ya os podéis casar!-

-Si lo deseáis, casaros,
en las iglesias, los juzgados.
O en nuestro Ayuntamiento,
o si queréis, juntaros-.

-Que seáis muy felices,
dad mucho amor y cariño.
Nuestros parques y jardines,
llenéis pronto de niños.-

-Que todos tengan trabajo,
fijo, bien remunerado.
Os lo promete Mateo,
yo jamás os he fallado-.

-Lo sé, lo conseguiremos,
que como personas viváis.
Si no os cumple Mateo,
a la calle lo mandáis.-

-Los domingos, yo estaré,
Desde ahora en adelante,
Atendiendo a los jóvenes,
en la casona del parque.-

– La puerta de mi despacho,
cerrada jamás estará.
No hay que pedir audiencia,
Sólo tienen que pasar.-

No hay avenida, ni plaza,
ni calle, ni callejuela.
Que Mateo no conozca,
ni de vecino, su problema.

Mateo nunca descansa,
nunca te dice mañana.
Él acude a la casona,
siete días a la semana.

Este es nuestro concejal,
ya no va en silla de ruedas.
Con muletas la cuidad,
de punta a punta patea.

Hay de nuevo elecciones,
publicidad no necesita.
El partido que lo incluye,
seguro, que barre su lista.

De noche cuando se acuesta,
suspira, no por cansancio.
¿Cuantas veces su almohada,
con lágrimas ha mojado?

A todos nos soluciona,
los problemas que tengamos.
El suyo, nuestro concejal,
no puede solucionarlo.

AsdG. 30 abril 2006.


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